El ser humano, Homo sapiens, es un “animal”, no hay duda de ello. Somos animales y así como la mayoría de los animales presentan adaptaciones para poder sobrevivir, nosotros también, pero de una manera diferente, nuestra mayor adaptación y nuestro mayor logro evolutivo es nuestra mente, mediante ella y nuestras manos podemos cambiar un medio hostil, casi inhabitable a tal punto de convertirlo en el sitio ideal para vivir, en lo que a necesidades biológicas se refiere.
Todo eso es facilitado enormemente por los conocimientos adquiridos de generación en generación y las nuevas tecnologías; somos capaces de sobrevivir a casi cualquier infección bacteriana gracias a antibióticos, somos inmunes a muchas enfermedades gracias a las vacunaciones, tenemos gran cantidad de medicamentos para tratar la mayoría de las enfermedades, todas estas ventajas.
A qué viene todo esto?
Quizás mucha gente esté en desacuerdo conmigo, pero me resulta un poco pelotuda la idea de pretender que nuestros pueblos nativos continúen con su estilo de vida “natural o tradicional”, me parece que es, sin lugar a dudas, condenarles a una vida de necesidad, enfermedades y baja expectativa de vida, alta mortandad infantil. Siendo que la verdadera naturaleza del ser humano es la adaptación, la observación de las oportunidades y la utilización de la tecnología.
La tecnología es el legado más importante de la humanidad, es lo que nos trajo hasta aquí.
Escuché a gente decir, “hay que darles sus tierras ancestrales, respetar su cultura y sus tradiciones”, y basado en este comentario construí toda una imagen mental, traté de imaginarme a sus ancestros, y francamente no vi ningún ancestro con plumas de colores fosforescentes en la cabeza (me encantaría saber cuáles son sus verdaderas tradiciones, no esos actos montados para turistas que siempre hacen).
Lo que si observé varias veces y me chocó de sobremanera, fueron niños pequeños desnudos con el vientre hinchado sucios de pies a cabeza, algunos tirados en las plazas del microcentro y otros corriendo entre los vehículos en movimiento, niñas de 13 años con 7 meses de embarazo pidiendo dinero en los semáforos, llevando en brazos a un hermanito, adultos alcoholizados con un solo diente en la boca, otros oliendo cola de zapatero.
Y saben que, me parece que esta imagen no va a cambiar dándole tierras y mandándoles lejos, siempre van a necesitar de asistencia, ya que la forma de vida que pretenden es una vida de necesidad, además me parece que en la actualidad no existe ecosistema capaz de sostener el estilo de vida de recolector y cazador, sin mencionar el costo ambiental que esto acarrearía.
Tendríamos que ponernos a pensar, y darle a esta gente lo que les conviene y no lo que quieren, porque francamente no creo que tengan idea de lo que les conviene. Basándome en lo que observé, me parece que hay que ayudarles educándoles o enseñándoles algún oficio.
Por que en este momento, lo que caracteriza a nuestras sociedades indigenas, no son sus tradiciones, sino la necesidad, precariedad y el hambre.
Corrijanme si me equivoco.
Chau
hay personas a las que les resulto un poco chocante, bueno, esta es mí lectura, mi interpretación de lo que pasa, puedo estar equivocado.
ResponderEliminaruna vez más.
corrijanme si me equivoco.